Todos tenemos una historia

Por Valery Castro

Iniciativas de inclusión social en zonas de alta vulnerabilidad

“Todos tenemos una historia”

En nuestro país existen iniciativas tanto gubernamentales como no gubernamentales de inclusión social en zonas de alta vulnerabilidad. Desde clases de música, baile, deportes, entre otros, este tipo de iniciativas promueven el desarrollo de las comunidades donde se implementan.

“Todos tenemos una historia” cuenta la vida y experiencias de personas que han sido beneficiadas por éstas.

Melodías contagiosas en La Carpio

Con una sonrisa en el rostro y emoción al contar su vida, Antonio narra cómo hace seis años tuvo que pasarse a vivir a La Carpio por dificultades económicas. Él dice que no se arrepiente de ello, que el lugar no es como lo pintan y qué ocurre como en cualquier parte del país.

“Yo he estado viviendo aquí, a mí nunca me ha pasado nada…Es como en todos lados, si usted camina por líneas rectas, su camino va a ser limpio.”
dijo Antonio Salgado.

Además, por haberse pasado a vivir allí encontró hace un año una nueva oportunidad para reencontrarse con la música: el Sistema Integral de Formación Artística (Sifais). Ahí, en ése lugar que pasó de ser llamado la Cueva del Sapo, a Cueva de Luz recibe clases de bajo y solfeo.

Como todo lo bueno se comparte, Antonio decidió llevar a sus gemelos: José Francisco y Fernando Antonio, de 8 años, a clases de percusión al Sifais para instruirlos y pasar tiempo con ellos.

Él los describe como hiperactivos y apasionados por la música. “Si ellos quieren andar en el arte sabrán las razones y aquí estoy yo para darles apoyo.”

Antonio describe al Sifais como una gran familia que comenzó en pequeño para convertirse según sus palabras en un “chico en grande.” Es una inspiración muy grande en su corazón y ha venido a darles un nuevo inicio a los vecinos de La Carpio. “He visto personas crecer, he visto personas que se han realizado.”


Sueños animados en grande

Al salir del colegio, los jóvenes deben enfrentarse a la tan temida pregunta: ¿a qué me quiero dedicar? ¿Qué voy a hacer con mi vida?

Raquel Wasser, de 20 años, fue una de ellas. No sabía que estudiar y aunque tenía opciones como arquitectura o diseño gráfico, simplemente no la llenaban por completo. Ella quería algo más, algo diferente e innovador. Y en el CETAV (Centro de Tecnología y Artes Visuales) del Parque La Libertad lo encontró.

Los ojos de Raquel brillan al contar cómo conoció su pasión, aquello a lo que quería dedicarse toda su vida: la animación digital.

“Siempre me ha gustado lo que tiene que ver con arte y con dibujo, sobretodo dibujo y la idea de poder animar a uno de esos personajes que he creado y darles vida siempre me ha llamado muchísimo la atención.”
dijo Raquel Wasser

Ella recuerda como antes era cerrada a las personas y le costaba socializar, pero desde que ingresó a estudiar ha logrado abrirse y formar nuevas amistades.

“Ellos me entienden mejor, y yo los entiendo mejor a ellos entonces se me ha hecho muy fácil comunicarme con ellos y hacer amigos, uno se siente como en una familia.”
dijo Raquel Wasser


 
Disciplina hacia la cima

Oriundo de Jacó como él mismo dice “soy jacobeño y a Jacó lo llevo en la sangre”, Jeisin Berrocal de 17 años con una sonrisa y sudor en su rostro cuenta lo que ha logrado, y lo que está a punto de conseguir: ser cinta negra en taekwondo.

Dice que no ha sido fácil, pero que ha valido la pena el esfuerzo. “Hace poco me preguntaron, para usted que significa ser cinta negra y le respondí que un cinta negra es un cinta blanca que nunca se rindió.”

Jeisin pasa sus días entre el colegio, el skate y el taekwondo. En el Centro Cívico por la Paz ha encontrado un lugar donde puede combinar las tres.

Según Jeisin en el Epicentro Cívico se logra un acuerdo entre los jóvenes y los adultos. “El problema es que ni los jóvenes entendemos a los adultos ni los adultos entienden a los jóvenes entonces hay que ponerse como en un lugar y ese lugar se está encontrando por medio de este lugar que vino a darnos un nuevo inicio en lo que es la juventud y la recreación.”

Decepcionado de las ideas erróneas de la gente sobre Jacó pide mayores oportunidades para el lugar. “La gente piensa que aquí es como Las Vegas ticas y que sólo se viene a vaguear y a surfear…Acá hay mucho talento, nada más que en muchos lugares no saben eso.”


Vivir para servir

Convencida de lo que dice y optimista sin cansancio, Elizabeth Castillo ha vivido 26 años en Dos Cercas. Entre esos años ha formado parte de asociaciones de desarrollo comunal y proyectos comunitarios para beneficiar a su comunidad.

Por eso, cuando se enteró de la iniciativa de Arte por la Paz para la construcción de un parque en su barrio, no dudó en apuntarse. “Nos comunicaron que teníamos una reunión y que si los podíamos atender aquí en el local con la asociación. Empezamos ahí a hacer café y a llevar frescos y cositas así, lo poquito que uno puede servir.”

“El que no nace para servir, no sirve para vivir.”
dijo Elizabeth Castillo.

Cuenta con tristeza y esperanza como quisiera que la gente sea unida y apoye los proyectos que se hacen en beneficio de todos pero que es algo difícil de realizar. “Yo pienso que entre haya más mejoras, se vea todo bonito, tratar de cuidarlo entre todos la gente se va a ir motivando y va a empezar a participar de todo.”

Hace poco se fue de su barrio, pero volvió a lo que ella considera como “su charco”. Cuenta que ahí vive feliz y despreocupada, siempre dispuesta a ayudar.

“Vamos a ver en que podemos seguir sirviendo, porque esto no se acaba, las cosas no se acaban, siempre hay algo que hacer y yo soy una que está inventando que hagamos juegos de niños en las mañanas, que hagamos un baile, que hagamos partidos de futbol.”
dijo Elizabeth Castillo.

Proyecto publicado en Hablando Claro

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