- Proyecto recibirá fondos del canon de Limón
Por Layrrette Carmiol
Uno de los proyectos aprobados por Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) para recibir ₡1.706 millones del canon de desarrollo de Limón pretende mejorar el mercado y construir el Centro de Servicio Múltiples de Sixaola.
Propuesto por la Municipalidad de Talamanca, esta iniciativa es la esperanza de reactivación socioeconómica de la zona. Sixaola, parte del cantón de Talamanca, en el límite fronterizo con Panamá, tiene una superficie de 169,3 km².
Los 8.861 habitantes de Sixaola transcurren entre caminos sin asfaltar, edificaciones sin terminar, pocos comercios y algunos de ellos informales, casas humildes que han sido lavadas por las frecuentes inundaciones, acceso reducido a la tecnología, terrenos descuidados y pocas oportunidades laborales.
Comerciantes trasladados por la construcción del puente binacional, pagan patente y trabajan en una condición insegura. Foto por: Eyleen Vargas
Advertencias y desatenciones
En el 2015 el Ministerio de Salud emitió una orden sanitaria para el desalojo y demolición del Mercado Internacional de Sixaola, ya que se declaraba inhabitable por tener una estructura ruinosa, peligrosa e insalubre. Las mejoras sugeridas por Salud no se hicieron y en el 2018 se generó la segunda orden sanitaria para clausurar el Mercado.
Aún así en febrero del 2019 la Municipalidad envió una carta al Ministerio de Salud donde propuso dos proyectos, el primero realizar obras temporales en la estructura por lo que solicitaron incluir en el presupuesto extraordinario ¢19 millones y el segundo la reconstrucción de nueve locales para lo que destinaron ¢50 millones.
La respuesta no fue positiva. El 20 de marzo del 2019 el Ministerio de Salud rectifica que el Mercado tenía que ser demolido en su totalidad, por las razones indicadas con anterioridad.
Por más de 30 años, la entrada económica de muchos comerciantes de este pueblo estuvo en el Mercado Internacional de Sixaola, en el cual se podían encontrar servicios como venta y reparación de zapatos, cerrajería, sodas, peluquería, venta de ropa, ventas de artículos varios, entre otros.
“Nos dieron atol con el dedo”
Martha Guademuz fue la primera en vivir momentos de angustia cuando no le renovaron el permiso sanitario en febrero 2019 y tuvo que cerrar la soda Marta, reconocida por muchos en la zona, ya que vendía sus desayunos y almuerzos a los choferes y más de un turista le pedía una empanadita para ir comiendo en el camino.
Doña Marta Guadamuz, trabajó por 30 años en el mercado con su soda Foto por: Eyleen Vargas
La Municipalidad, según comentó Guadamuz, no realizó ninguna remodelación ni mejoras en el Mercado, sino que con ingresos de la venta de la chatarra que se salió del puente fronterizo viejo construyó un alerón para algunos de los puestos que quedaban en pie.
“CUANDO SUPIMOS DE LA VENTA DE LA CHATARRA, LE DIJIMOS A LA MUNI QUE HICIERA ALGO PARA NOSOTROS LOS DESEMPLEADOS E HICIERON UN ALERÓN, PARECÍA UNA CANCHA DE FÚTBOL MÁS BIEN, DECÍAN QUE TENÍAN CASI ¢20 MILLONES, SI A MI ME HUBIERAN HECHO POR LO MENOS UNA VENTANA, YO VENDO EMPANADAS Y FRESCO Y ME LA VOY REBUSCANDO, PERO DIAY NOS DIERON ATOL CON EL DEDO”, COMENTÓ DOÑA MARTA GUADAMUZ.
Marta Guadamuz, con ansias desea volver a su trabajo. Foto por: Eyleen Vargas
Desde ese momento Marta Guadamuz no tiene trabajo; en ocasiones recibe ayuda de sus hijos y recibe alguno que otro pedido de desayuno o almuerzos que le hacen los vecinos o choferes que conservan su número. Comenta que esta situación le ha ocasionado depresiones.
Logró ser maestra, gracias a su local
Otra de las afectadas por la clausura del Mercado fue doña Patricia Nuñez, ella inició cociendo en su local, ya que era costurera y se encargaba de hacer ropa o los arreglitos que le llevaban.
Fruto de ese local y el esfuerzo que ella realizó, logró pagar sus estudios para ser profesora, sin embargo, nunca dejó de lado el local y optó por incluir la venta de ropa para bebé y artículos varios. Con ayuda de su mamá doña Amparo Requenez mantuvo el local en pie por 30 años.
Como a los demás, a estas mujeres el cierre de su local las tomó por sorpresa ya que cuando hablaron con la Municipalidad, sobre las clausuras anteriores, les informaron que todo se tenía en orden, pero en diciembre del 2019 cuando doña Patricia Núñez abasteció con nueva mercadería, tuvo que cerrar el local por orden del Ministerio de Salud.
Patricia Núñez, recuerda el tiempo que pasó en su local. Foto por: Eyleen Vargas
“HABÍAMOS METIDO MERCADERÍA PORQUE VENÍA DICIEMBRE, DE HECHO EN MI CUARTO ESTÁN TODAS LAS BOLSAS DE MERCADERÍA. PARA AYUDARNOS UN POCO, LO QUE HICIMOS FUE QUE NOS COLOCAMOS EN EL ALERÓN QUE ESTÁ AHÍ Y VENDÍAMOS, AL AIRE LIBRE ”, COMENTÓ NUÑEZ.
Alerón construido por la Municipalidad de Talamanca en la administración anterior, actualmente demolido. Foto por: Eyleen Vargas
La burbuja familiar de estas dos mujeres incluye también a los dos hijos de doña Patricia Nuñez y a su abuela. Actualmente solo tienen un ingreso económico y se abastecen de los alimentos que cultivan en el patio de su casa.
Amparo Requenez, se encarga de cuidar los cultivos que alimentan a su familia. Foto por: Eyleen Vargas
Zapatero en su casa
Don José Adán Bonilla, preocupado por la estabilidad de su local y los de sus compañeros decidió cotizar la construcción de una estructura donde pudieran permanecer, sin embargo, la propuesta no fue bien recibida por la antigua administración, indicando que la negociación se debía realizar con los proveedores ya establecidos por la Municipalidad.
Jose Adán Bonilla, es zapatero y desde 1992 que llegó a Sixaola, con esfuerzo y la liquidación que le dieron cuando trabajó en las bananeras montó su local donde vendía zapatos y ropa y además reparaba calzado.
Mercadería que adquirió en diciembre para abastecer, ha permanecido guardada Foto por: Eyleen Vargas
“ERA UNA BELLEZA VENIR A COMPRAR A SIXAOLA, EN AQUEL ENTONCES CUANDO LLEGUÉ, ME ENTUSIASMÉ TANTO EN SER COMERCIANTE, Y UN DOMINGO YO PODÍA VENDER ENTRE $1000 Y $1500, AHORA NO VENDO NI UN CINCO”, CONTÓ BONILLA.
Rótulo de la zapatería de don José Adán. Foto por: Eyleen Vargas
En la actualidad comentó que cada reparación de calzado la cobra en ¢3000, sin embargo, hay días que no recibe zapatos para reparar.
Actualmente José Adán, hace reparaciones de zapatos en su casa. Foto por: Eyleen Vargas
La esperanza de este zapatero de corazón es que se logre construir el Mercado y el Centro de Servicios que la Municipalidad ha ofrecido, ya que aunque no han perecido, debido a que su esposa trabaja y lleva el sustento al hogar, Bonilla confiesa que a sus 62 años de edad, nunca había vivido una situación tan difícil y pide que se realice lo antes posible el proyecto.
Construcciones no tienen fecha de inicio
El proyecto de mejoras en el Mercado se ha tenido en el plan de trabajo de la Municipalidad desde el 2015. Para la administración 2020-2024, se planteó no solo mejorar el Mercado si no la construcción del Centro de Servicios Múltiples de Sixaola.
Fachada Municipalidad de Talamanca. Foto por: Eyleen Vargas
Debido al canon de Limón que tiene a cargo Japdeva, la Municipalidad presentó el proyecto y este se aprobó el 08 de enero del 2021, aún con los antecedentes que la edificación tenía.
Las esperanzas e ilusiones de los comerciantes que sufrieron desalojos del Mercado anterior se reavivaron, ya que se les prometió un espacio fijo en esta nueva estructura, sin embargo, no tienen un documento fijo que lo asegure.
Uno de los encargados del proyecto, don Enrique Joseph Jackson, comentó que la construcción del Centro de Servicios Múltiples en Sixaola, no solo beneficia a los comerciantes y sus familias, sino que embellecerá la zona y atraerá a los turistas, brindando la oportunidad de tener un lugar agradable donde comprar, generando ingresos al sector.
Aún así, la construcción no tiene fecha de inicio y presenta algunos vacíos como la cantidad de empleos que va a crear. En el mes de junio, se procedió a demoler el antiguo mercado, cumpliendo con parte de la contrapartida que ofreció el municipio.
Los vecinos manifiestan una gran incertidumbre, ya que no han recibido información clara del inicio de las obras y cada vez se hace más extensa la espera. Aún así sueñan con que este proyecto saque de la sombras a este pueblo fantasma.
Solo quedan los escombros del Mercado Internacional de Sixaola Foto por: Eyleen Vargas
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