Por Emanuel Hidalgo
- No existen investigaciones, análisis ni estadísticas para conocer el acceso de las personas con discapacidad a las universidades
- Actividades extra curriculares y ferias vocacionales no atienden las necesidades de esta población.
Alexa Torres tiene discapacidad visual y recientemente concluyó su Bachillerato en Enseñanza del Castellano en la Universidad de Costa Rica (UCR). Está finalizando su segunda profesión, Filología del Castellano. La joven de 25 años es un ejemplo de esfuerzo, compromiso y éxito. Sin embargo su camino es un reflejo de la realidad que viven las personas con discapacidad en el acceso a la educación superior,lleno de altos y bajos en inclusión y accesibilidad.
Torres alabó el trabajo que realizan diferentes comisiones de los centros educativos estatales para la inclusión y desarrollo universitario de las personas con discapacidad. Sin embargo cuando se le consultó sobre alguna experiencia negativa con personal, respondió “creo que sí” con una risa comprometedora.
“La mayoría hacen un buen trabajo y están bien capacitados. Pero no podría decir que el 100% lo hacen correctamente. Me he encontrado con personas con buenas intenciones pero que no saben qué hacer, más que todo por desinformación. Incluso con un profesor nuevo que venía llegando al país tuve algunas complicaciones al aplicar unas adecuaciones, pero al final se pudo resolver”, dijo la estudiante.
Accesibilidad e inclusión a medias
La falta de información, poca investigación acerca del progreso en la educación superior y una escasa inspección por parte de las entidades gubernamentales para velar por el cumplimiento de la Ley 7600 de Igualdad de Oportunidades y convenciones internacionales, evidencian las dificultades para el colectivo. Son un obstáculo, principalmente en las universidades privadas.
El país tiene grandes deudas con la población con discapacidad. Muchos centros educativos no conocen todas las necesidades de los estudiantes.
Rodrigo Jiménez, abogado experto en Derechos Humanos, afirmó que tanto las universidades públicas como las privadas cometen yerros en materia de discapacidad. Los vacíos han disminuido, pero existen y hasta pasan desapercibidos.
“Una de las debilidades en educación pública es que existen todavía docentes o académicos inconscientes, que no aceptan las adecuaciones curriculares y no conocen los servicios de las oficinas de ayuda. Entonces por la discriminación que sufren las estas personas todos los días, prefieren silenciar su condición por miedo a ser marginados”, manifestó.
Lisbeth Alfaro, jefa del Centro de Asesoría y Servicios Estudiantes con Discapacidad (Cased) de la UCR, planteó que el problema va más allá de las instituciones. Pero tiene claro que hay aspectos por mejorar en los mismos centro estatales con el resto de la población estudiantil.
“Esto es a nivel del país. Nosotros hemos hechos grandes esfuerzos. Pero también cada uno tiene que concientizar en las actitudes hacia estas personas. Muchos creen que ellos requieren el doble de atención y no. Cuando uno se topa con un problema actitudinal de parte de docentes, compañeros o el mismo curso, hay que tener cuidado porque se está fallando. Cuanto más accesible sea el entorno la discapacidad se minimiza”, expresó Alfaro.
El proceso universitario
Vacíos en universidades privadas
Las universidades privadas han hecho mejoras. Sin embargo de los 8 centros educativos consultados ninguno tiene establecido un plan desarrollado o una oficina especializada para tratar a las personas con discapacidad, a excepción de la Universidad Hispanoamericana, que tiene el Centro de Atención Psicoeducativa e Inclusión (CAPI).
Las demás tienen un manejo distinto del colectivo, iniciando en la experiencia con sus estudiantes actuales o pasados, por medio de las oficinas de vida estudiantil. En ellas se tratan todos los temas de los alumnos en general. Hasta cuando una persona matricula se hacen las modificaciones con base a sus necesidades.
El desconocimiento acerca de lo que necesita la población con discapacidad por falta de experiencias previas puede generar problemas e incluso no otorgarle alguna adecuación. Jiménez reprochó el accionar de algunos centros educativos privados.
“El problema es que algunas universidades no tienen una valoración previa y no se fijan en la idoneidad del estudiante para seguir con la carrera. Los dejan que estudien y después no hacen las adecuaciones o no puede continuar con la carrera, lo cual a veces termina en los tribunales. A mí me tocó llevar algunos casos”, manifestó.
La mayoría de las universidades privadas defienden que su desarrollo es el correcto, ya que las necesidades de cada persona son distintas. Por ello dependen de las experiencias de sus estudiantes para atenderlas correctamente. Así lo explicó Dennis Bolaños, director académico de la Universidad Autónoma de Centro América (UACA).
En las actividades extracurriculares o ferias vocacionales en las universidades también falta inclusión completa, con ejemplos como la carencia de traductores en Lengua de Señas Costarricense (Lesco) o la falta de espacios para que una estudiante en silla de ruedas o personas ciega pueda transitar por la cantidad de gente. A veces ni el resto de estudiantes entienden las necesidades de una persona con discapacidad.
Para Silvia Guzmán, psicóloga de la Universidad Latina que atiende a estudiantes con discapacidad, no es solo un problema de cada institución sino de toda la sociedad en general, la cual debe saber cómo incluir a esta población.
La falta de conocimiento de las universidades se ve reflejado desde el momento en el que se busca información acerca de las adecuaciones.
Alexa Torres coloca a la educación pública sobre la privada, gracias a la especialización y conocimiento en la materia de adecuaciones. Por ejemplo con intérpretes Lesco o facilitadores, servicios con los cuales ninguna de las universidades privadas consultadas cuenta.
“Cuando fui a ferias vocacionales en otras universidades y consultaba acerca de las adecuaciones las respuestas no fueron convincentes. En una me dijeron que si necesitaba llevar a alguien para que me copiara de la pizarra tenía permiso de hacerlo. En la UCR me dijeron que me daban un facilitador. Era diferente. No tenía que comprometer a nadie de mi familia o contratar alguna persona”, citó.
Recursos de accesibilidad en las universidades privadas
Mayoría de las universidades privadas cuenta con el mismo proceso para todos los estudiantes, sin oficinas especializadas para personas con discapacidad.
UACA
- Mayor cantidad de tiempo para las pruebas
- Personas pueden llevar asistentes o tutores en las lecciones pero la universidad no los brinda
- Infraestructura adaptada
- Biblioteca cuenta con parte de su material en “audio-libros”
UNIVERSIDAD LATINA
- Sistema de lectores de pantalla
- Infraestructura adaptada
- Capacitaciones cada cuatrimestre al personal para el abordaje correcto de las personas con discapacidad
- Mayor cantidad de tiempo para las pruebas
- Permitido llevar asistentes o tutores en las lecciones pero la universidad no los brinda
- Mesas para el trabajo en clase según la necesidad del estudiante
ULACIT
- Convivio el fin de semana antes de la primer semana de clases
- Todo el material didáctico se maneja en digital
- Escaneo de lecturas para la digitalización de material impreso
- Permitido llevar asistentes o tutores en las lecciones pero la universidad no los brinda
- Se sube material audiovisual a la plataforma virtual de la universidad
UNIVERSIDAD HISPANOAMERICANA
- A través del Centro de Atención Psicoeducativa e Inclusión (CAPI)
- Ubicación, mobiliario, comunicación
- Materiales, verificación del acceso a la información
- Docente valora modificación de estrategias
- Talleres y charlas cuatrimestrales para estudiantes regulares que deseen mejorar sus hábitos de estudio
UNIVERSIDAD FIDÉLITAS
- Ampliación de la letra para las evaluaciones
- Campos preferenciales en las clases
- Infraestructura adaptada
- Oficina de vida estudiantil realiza tres reuniones al cuatrimestre para mejorar el desarrollo del estudiante
- Mesas para el trabajo en clase según la necesidad del estudiante
- Placas preferenciales para ubicarse en el espacio que sea más cómodo para el estudiante
UNIVERSIDAD SAN MARCOS
- Todo el material didáctico se maneja en digital
- Aula virtual en la que se realizan cursos
- Material audiovisual para la plataforma virtual
- Infraestructura adaptada
- Conferencias virtuales
Nota secundaria:
Escasa fiscalización estatal y falta de datos
El Consejo Nacional de Rectores (Conare) y el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conseup) no cuentan con ningún tipo de investigaciones, análisis o estadísticas para conocer el acceso de la educación superior para las personas con discapacidad en las universidades.
El Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis), ente rector en la materia, no ha ideado un plan para cubrir todos los centros educativos y así conocer realmente si se cumple o no con accesibilidad e inclusión.
Ni la entidad ni el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) cuentan con ningún tipo de datos de las personas con discapacidad en el proceso universitario. El Conapdis trabaja a partir de las denuncias.Alegan que falta personal para investigar y que hay otros entes para labores de fiscalización de las universidades.
“Conapdis también trabaja por fiscalización. Pero tiene en primera instancia otros entes públicos y una unidad de inspección son solo 2 personas y una de ellas trabaja medio tiempo entonces a veces es complicado. Creemos que las mismas personas están entendiendo mucho mejor que hay mecanismos para exigir sus derechos”, expresó José Blanco, de la Dirección Técnica de Conapdis.
El Consejo tiene una conexión con las universidades estatales gracias al Conare y acuerdos con las 5 universidades estatales. En alianza con el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) se creó el Observatorio de Tecnologías Accesibles e Inclusivas (OTAI), para velar por el cumplimiento de la función de fiscalización asignada por ley en las páginas web.
A nivel de educación superior privada no han logrado tener un contacto con entidades como el Conseup.
En el 2019 iniciaría ese diálogo, cuando se den los resultados de un estudio realizado en conjunto con el INEC este año.
“Entendemos que hace falta información acerca de algunos aspectos, dentro de ellos la educación superior. Pero esperamos que este proyecto nos ayude a conocer más de nuestra realidad nacional y así poder mejorar en lo que estamos fallando” expresó Blanco.
Nota secundaria:
Alexa y Billy: la igualdad responde con éxito
“Nosotros queremos que nos traten igual que a todas las personas, nada más”
Un 15% de la población mundial, tiene alguna discapacidad según la Organización Mundial de la Salud.
Alegres, esforzados y alumnos destacados. Son características que comparten Alexa Torres y Billy Orozco, ella de la Universidad de Costa Rica y él de la Universidad Latina. Ambos son personas con discapacidad que buscan romper los estereotipos con esta población.
La joven oriunda de Cartago tiene discapacidad visual y es secretaria de Recursos Humanos de la Federación de Estudiante de la UCR, mientras cursa su segunda carrera.
“Mis compañeros, la universidad y el personal han sido muy importantes. Me han ayudado a sentirme como una persona igual a cualquier otra. Incluso es mejor que en el colegio para hacer trabajos, la sociedad tiene que aprender que no somos ‘especiales’, nos desarrollamos de la misma forma”, aseguró Torres.
Billy Orozco tiene 18 años, parálisis cerebral y estudia Arquitectura en la Latina. En su primer año ha sido un ejemplo para sus compañeros, debido a que cuenta con una beca del 100% y debe mantener un promedio de 80 en sus clases.
“Billy se ha adaptado muy bien. Tiene muchos amigos y tiene un promedio destacado. Él toma el bus solo. Se viene desde su casa que es algo lejos sin ningún problema. Nos sorprende que siempre tiene un buen ánimo y su discapacidad no es un impedimento de nada”, describió Silvia Guzmán, psicóloga de la Universidad Latina.
Ambos estudiantes demuestran cómo seguir adelante con normalidad y excelencia, mientras tengan la accesibilidad e inclusión debidas.
Avances para el futuro
Uso correcto del lenguaje para mencionar Personas con Discapacidad
Es esencial mejorar la inspección. El abogado Rodrigo Jiménez expresó la necesidad de una estructuración adecuada para la fiscalización de la ejecución de la Ley 7600, por parte del Conare, Conseup y el mismo Ministerio de Educación con las universidades.
“Deberían de establecer requerimientos y monitorear el cumplimiento de las convenciones internacionales en los servicios, por parte de las universidades, principalmente las privadas que son las que tienen mayores deficiencias”, citó.
A nivel de formación también tienen que haber cambios. Las diferentes carreras tienen que enseñar a sus estudiantes las necesidades de estas personas para que siempre estén presentes en sus proyectos, sin la obligación de ponerlos por ser un requisito.
“Es un tema de todos. Los planes de formación deben incluir materia de discapacidad y no es algo nuevo. Se sabe de ley 7600 pero la implementación ha sido muy difícil. Entonces hay que instruir tanto a un ingeniero como un informático o un estadígrafo a conocer de las necesidades esta población”, agregó la jefa del Cased, Lisbeth Alfaro.
La inclusión deben involucrarse más en la política nacional. “Actualmente en la agenda política está lo fiscal y la materia de discapacidad es un poco marginada. Hemos hecho grandes esfuerzos. Sabemos que está en la agenda de las instituciones pero de repente en la del Presidente no tanto. Existen unidades en la asamblea y es muy bueno pero hace falta mucho”, concluyó Blanco del Conapdis.
Proyecto publicado en CRHoy.com
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