Alguien publicó mi número de teléfono en redes sociales sin mi autorización. ¿Es ciberacoso, doxing o cómo se denomina?

Silvia Castillo Nieto, periodista, Punto y Aparte, silviacastillo@puntoyaparte-ca.com

Shallowfake, doxing, deepfake, astroturfing, ciberacoso, ciberhostigamiento, suplantación en línea, ciberturba… tantas palabras en inglés o en español pueden llegar a confundirnos y la dificultad de esto es que la terminología en el ámbito de la violencia en internet sigue evolucionando. 

Hasta hace muy poco, los videos o imágenes manipuladas con el fin de engañar a las personas, eran realizados por usuarios comunes con herramientas básicas de edición disponibles prácticamente para todo el público. Eran cheapfakes o engaños baratos o shallowfakes, un engaño superficial. Se etiquetaban indebidamente imágenes, videos o audios para engañar al público y que creyeran que se trataba de hechos que ocurrieron en otra época o lugar, o se manipulaba una noticia para que pareciera que ocurrió algo que nunca pasó.

Sin embargo, la Inteligencia Artificial (IA) generativa está hoy disponible de forma generalizada y es una herramienta poderosa para moldear la percepción pública, las narrativas políticas y la violencia digital en contra de las mujeres y entre ellas las mujeres periodistas. 

Según el informe “Violencia en línea contra las mujeres periodistas:Instantánea mundial de la incidencia y las repercusiones”, documento resultado de una encuesta mundial realizada por la Unesco y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) a finales de 2021, el 73% de las mujeres encuestadas dijo haber sufrido violencia en línea. El 41% de las encuestadas dijo que había sido objeto de agresiones en línea que parecían estar relacionadas con campañas de desinformación planificadas.

Desde entonces la situación ha empeorado. Según declaró la directora de investigación del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ), Julie Posetti, en el Festival Internacional de Periodismo celebrado en Perugia, Italia, en abril del 2024, las mujeres periodistas se enfrentan a amenazas “mayores” y “en aumento” en Internet en el ejercicio de su profesión.

Ante esto es importante conocer cuáles términos se utilizan para definir los tipos de violencia en línea y qué significa cada uno. Estos son algunos de ellos:

Deepfake: Consiste en imágenes o videos que se generan por medio de una técnica de inteligencia artificial de modo que parezcan originales, auténticos. Combina la palabra fake (falso, ya que este tipo de archivos siempre son falsos) y la palabra deep, de deep learning (aprendizaje profundo, que es un tipo de aprendizaje automático de la inteligencia artificial).

Shallowfake: Imagen manipulada con software de edición. Por ejemplo, poner la cara de alguien en el cuerpo de otra persona. 

Doxing: Publicar información personal y confidencial sin autorización, lo que incluye la dirección de la casa y del trabajo, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, entre otros.

Astroturfing: Creación de perfiles falsos en redes sociales y comunidades online para atacar a una persona. Son acciones protagonizadas por unos pocos individuos aparentemente diversos y geográficamente distribuidos, que dan la impresión falsa de multitudinarios entusiastas de una causa.

Acoso en línea: Conducta repetida que amenaza, molesta, asusta u hostiga a alguien mediante el envío de comentarios o imágenes degradantes, ofensivos o insultantes.

Ciberacoso:  Forma de acoso en línea, daños infringidos de manera constante e intencionada mediante tecnologías digitales con el fin de menoscabar la autoestima de la persona a la que van dirigidos.

Ciberhostigamiento: Vigilancia persistente, no deseada o amenazante, contacto o persecusión por medios tecnológicos. El ciberhostigamiento puede convertirse en hostigamiento criminal fuera de Internet y viceversa.

Suplantación en línea: Creación de un perfil falso para asumir la identidad de otra persona con el fin, por ejemplo, de destruir la reputación de dicha persona o amenazar su seguridad.

Ciberturba: Un grupo de atacantes en línea que amenazan, insultan y acosan verbalmente a una persona, a menudo de manera organizada y coordinada.

Sextorsión: Se refiere al uso de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)  para extorsionar a una víctima. El autor amenaza con difundir fotografías íntimas de la víctima para extorsionarla a fin de obtener más fotografías o vídeos de actos sexuales explícitos o mantener relaciones sexuales con la víctima.

Ataques de troles:  Se refiere a la publicación de mensajes, imágenes o vídeos y la creación de etiquetas con el objeto de molestar, provocar o incitar a la violencia contra las mujeres y las niñas. Muchos “troles” son anónimos y usan cuentas falsas para generar el discurso de odio.

Porno venganza: Consiste en la difusión en línea no consensuada de imágenes íntimas obtenidas con o sin el consentimiento de la persona, con el propósito de avergonzar, estigmatizar o perjudicar a la víctima.

*Este artículo se publica como parte de un proyecto financiado por el Fondo Canadá para Iniciativas Locales de la Embajada de Canadá, cuyo objetivo es fFortalecer las habilidades de mujeres periodistas en medios de comunicación en Costa Rica y Nicaragua y mujeres periodistas en oficinas de prensa de instituciones públicas para identificar tendencias y patrones de discursos de odio misóginos en línea, apoyarlas en la implementación de acciones para su protección, la de sus espacios digitales personales y profesionales, y potenciar su conocimiento en sus labores de comunicación.

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