¿Cómo hacer que la escuela de Periodismo sea importante? (Otra vez)

How To Make J-school Matter (Again)?

Este es el nombre de un nuevo acercamiento de la reconocida autora Amy Webb a la educación formal del periodismo. La autora identifica 6 desafíos a los que deberán enfrentarse los profesores de periodismo:

1-Existen grandes tensiones entre las universidades y sus escuelas de Periodismo.

La autora señala que desde siempre ha habido un ataque de parte de las universidades hacia la carrera de periodismo por ser muy orientada a las habilidades. Los educadores, por su parte, han propuesto poner en práctica la educación profesional, con un fuerte componente teórico, al igual que sus colegas en otros campos del saber. Por su parte la industria periodística, ha sido enfática en su preocupación de que la carrera periodística se ha tornado impráctica (solo teórica) y muy cara.  

Además, la escuela de periodismo no ha hecho un aporte significativo al ala de investigación de las universidades, en comparación a otras carreras.

2- Carencia de una cultura de liderazgo académico dentro de las escuelas de Periodismo

En las universidades, los puestos de liderazgo son otorgados por el cumplimiento de una estructura rígida de pasos a seguir, siempre ligados a los aportes en investigación, servicio y enseñanza. Para esto una persona debe dedicar entre 10 y 14 años de su vida.

En contraste, en las salas de redacción modernas, los periodistas pueden ser promovidos por una multiplicidad de razones que siempre dependen de las circunstancias y el ‘timing’.

3- El sistema actual universitario impide que el desarrollo del plan de estudios le siga el paso a las realidades cambiantes de las salas de redacción modernas.

Las realidades que los medios cubren son cambiantes y de naturaleza diversa. Esto ha hecho que, en las salas de redacción modernas, los periodistas deban ser capaces de actuar con rapidez.

Esto no se cultiva dentro de las aulas. El sistema actual impide que el desarrollo del plan de estudios se mantenga al ritmo de las realidades cambiantes de las salas de redacción modernas. La burocracia dificulta el cambio de los planes de estudio y estos programas carecen de flexibilidad para responder y adaptarse a las nuevas realidades.

4- La acreditación en el periodismo es una paradoja, simultáneamente mejora y empeora las cosas.

La acreditación es un proceso arduo que requiere un auto estudio riguroso, documentación exhaustiva y visitas al sitio por parte de grupos de pares.

Debido a que la acreditación es una práctica estándar de revisión por pares dentro de una universidad, los departamentos de periodismo necesitan acreditación para ser reconocidos como iguales en campus. Debería ser una designación obligatoria. Si aceptamos que los programas de periodismo son más fuertes cuando son miembros más fuertes de una comunidad universitaria, la acreditación es primordial.

En Estados Unidos menos del 25% de las escuelas de Periodismo y Comunicación están acreditadas.

5- Los departamentos de Periodismo no recaudan fondos igual que sus pares al interior de las universidades.

En otras escuelas, con el fin de recaudar fondos, desarrollan actividades para que los ex alumnos puedan estar conectados siempre con sus universidades y se conviertan en donantes.

Los programas de periodismo no contribuyen significativamente con las arcas de las universidades ya que solo un muy pequeño porcentaje de sus graduados obtienen puestos en los trabajos mejor pagados, a diferencia de otras escuelas como la de Leyes y Economía.

Por esta razón, los programas de periodismo necesitan ser financiados por los fondos de las universidades. Esto limita mucho su capacidad para adquirir nuevas tecnologías y equipos modernos.

6- Las escuelas de periodismo, al día de hoy, no han cultivado una relación simbiótica (apoyo mutuo) con la industria periodística.

A diferencia de las asociaciones entre grandes empresas y otros departamentos académicos, como Economía, que ponen a las universidades a la vanguardia de la investigación y el desarrollo, las asociaciones entre programas de periodismo y la comunidad periodística en general son en gran medida transaccionales: los estudiantes investigan un proyecto como clase o proporcionan contenido como practicantes.

 

Lea más acerca de estos desafíos y las propuestas de solución de la autora Amy Webb en: http://bit.ly/1Na4dvz

 

 

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