‘Coronavirus, covid-19… estoy saturado de esas noticias…’ ¿Es su caso?

Así lo vio Chartbeat también en su estudio sobre coronavirus y noticias, y advierte: “Estamos viendo un cambio de interés del lector hacia otros temas”

Kattia Bermúdez Mora, las7wdelperiodismo@gmail.com 


Me resulta difícil apartarme de las noticias sobre coronavirus por mi trabajo, pero puedo entender a quienes dicen que ya no quieren escuchar con tanta frecuencia las palabras coronavirus, covid, covid-19, nuevo coronavirus, muerte, fallecidos, recuperados, casos, contagiados y otros términos más que se confinaron en nuestro léxico tanto como nosotros en nuestras casas. 

Lamento decirte que en este artículo también voy a hablar de coronavirus pero ahora desde otra perspectiva. Me concentraré en poner sobre la mesa si hay evidencia de una fatiga del lector y cómo deberíamos estar preparándonos los periodistas para cuando eso suceda. 

Cuando me afecta directamente

Chartbeat es una plataforma de análisis de datos para sitios de noticias en el mundo. En abril analizó 105.000 millones de páginas vistas y 33 millones de artículos de los medios con los que trabaja, incluyendo 2,8 millones de notas relacionadas con covid-19. Se trata de datos agregados en forma anónima con el consentimiento de los medios con los que trabajan. El 17 de abril dieron a conocer los resultados a través de un webinar. Yo lo seguí y aquí les comparto lo que aprendí. 

Se enfocaron en averiguar cómo ha cambiado el interés de los lectores, cuánto están leyendo, cómo encuentran su contenido y cuáles son los temas con más tiempo en página (engagement)

Si bien el número de noticias sobre covid-19 supera los 75.000 al día, el ritmo de crecimiento ha bajado en la última semana. Un 6,7% menos en la primera semana de abril.  

Los medios comenzamos contando que un virus estaba provocando la muerte a gente en China, allá muy largo. Conforme los contagios se comenzaron a evidenciar en Europa, en especial en Italia, el interés aumentó significativamente. Las muertes en el norte de Italia, luego el terror que provocó en Madrid, Reino Unido y luego cuando cruzó el Atlántico y golpeó fuertemente en Nueva York, la proximidad de la noticia explotó ese interés. 

En el siguiente gráfico se observa la evolución de cantidad de artículos relacionados con covid-19 según Chartbeat. 

El pico de esta curva se dio el 16 de marzo, principalmente desde un celular, vía tráfico social, o sea, redes sociales. 

El número de artículos comenzó a crecer a partir del 9 de marzo, que coincide con el aumento sin precedentes de casos de coronavirus en Italia y Estados Unidos (y en Costa Rica, como lo detallo más adelante). En la siguiente semana, la cobertura casi se triplicó. El tiempo que el lector le dedicó a estas noticias también fue significativo, en comparación con otros temas. 

Sin embargo, a mediados de abril ha comenzado a bajar la marea, como me gusta decir cuando estamos haciendo alguna cobertura en vivo y la presión comienza a descender. 

Este gráfico muestra que la cantidad de pageviews relacionadas con noticias covid-19 tiende a la baja, en proporción con el tráfico en el mundo. 

Chartbeat hizo un acercamiento a estas tendencias en Latinoamérica, basados en los casos de Argentina, Perú y México. 

Se observa cómo el tráfico creció muchísimo en relación con enero, cuando desde este lado del mundo veíamos que ese virus malo era algo de una galaxia muy muy lejana. 

Chartbeat también detectó un mayor compromiso de los lectores con noticias relacionadas con coronavirus, en relación con las de otros temas. Sin embargo, esa tendencia viene a la baja desde hace una semana. 

El drama, los datos, los héroes y el encierro en Costa Rica 

En Costa Rica sucede lo mismo. Se los explico con unas fechas y algunas relaciones que hice al vuelo. 

Según los datos de Chartbeat, el pico máximo de tráfico en los datos analizados en Latinoamérica fue el 16 de marzo. Para esa fecha ya en nuestro país teníamos 10 días de convivir con casos confirmados, mucho susto y mucha incertidumbre. 

Esa incertidumbre alimenta la necesidad de buscar información y los medios reaccionamos con amplia cobertura, estimulada además por lo que nos muestran las plataformas de análisis de tráfico. La gente quiere que le expliquemos qué es ese virus, por qué nos está matando y cómo nos podemos proteger. 

Abro paréntesis, aquí entra en juego un tema que será mejor tratarlo en otro posteo: y es que hay malos y buenos reporteros; los primeros, desinforman; los segundos, verifican, pero hay muchos lectores que no saben distinguir y se van con lo primero que les muestra el algoritmo en sus redes sociales. Por eso, los periodistas hacen lo posible por ganar credibilidad y los espacios de radio, televisión, digitales, impresos se llenan de información de utilidad, explicativos, consejos, entrevistas y un alto porcentaje de desmentidos de noticias falsas -como si no tuviéramos ya bastante trabajo-... cierro paréntesis. 

De manera que los lectores se enfrentan a una avalancha de información en muy diversos formatos, muy parecida una de otra porque los voceros son pocos, y son los mismos. Entonces podés escuchar lo mismo una y otra vez (en mi caso, que ando de medio en medio), o como un lector normal un rato en la mañana, otro en la tarde y en sus medios de preferencia. Pero también me atrevo a asegurar que el peso de Whatsapp fue enorme y, por lo tanto, el consumo desde el celular.

Volviendo a las fechas, fue a partir de enero cuando en Costa Rica comenzamos a hablar con más frecuencia del virus que empezó en una ciudad en China, donde además, había dos ticas atrapadas que no lograban salir del epicentro de esta epidemia. Eso nos dio proximidad en el tema, aunque no tanta porque, como suele ocurrir, la gente lo sentía como un problema “del otro”, y de feria, “de por allá”. 

Cuando el virus comienza a atacar a Italia, con toda su furia, y los muertos comienzan a ser tantos por día, crecen las historias de terror que no podíamos creer. La gente se estaba muriendo como si fuese una guerra. Entonces la atención era siempre de asombro pero aún era algo que no había aterrizado en nuestro país. 

A partir del 5 de marzo, cuando dimos cuenta del primer caso sospechoso, la curva de atención también comenzó a crecer. El 6 de marzo se confirma el primer caso. El 9 de marzo se cancelan eventos masivos, algunas escuelas y colegios por prevención. El 16 de marzo se declara emergencia nacional. Y luego, el 19 de marzo, informamos sobre la segunda muerte por covid-19. 

Esto lo sé no porque tenga buena memoria, sino porque crucé la cronología de hechos que contiene este especial de La Nación y algunos datos de Chartbeat. 

Todas esas fechas marcan un aumento en tráfico importante, tanto desde Costa Rica como de los ticos por el mundo. Pero después de Semana Santa, de aquel 13 de abril que desató la ira del ministro Daniel Salas porque después de estar todos encerramos bien portaditos en nuestras casas, esas puertas se abrieron también a otros temas más allá del tema de salud y el nuevo coronavirus. 

¿Será que los lectores están cansados de tanta noticia triste sobre coronavirus? 

Sí. La gente reaccionó cuando se informó sobre el primer caso confirmado, sobre la declaratoria de emergencia, sobre el primer muerto, sobre el segundo, cuando se dieron a conocer las medidas de restricción sanitaria vehicular, suspensión de actividades masivas y cierre de comercios. Después de eso, la rutina domina la curva de interés y baja la tendencia. 

Así lo vio Chartbeat también en su estudio, y advierten: “Estamos viendo un cambio de interés del lector hacia otros temas”. 

El análisis de Chartbeat hace un aporte interesante, tanto para vernos reflejados como lectores, como para quienes administramos sitios web. 

Los lectores buscan más actualizaciones de última hora y coberturas en vivo en los homepage de cada medio, según el estudio. 

En buscadores, los lectores suelen ir a buscar contenido factual, información de vida cotidiana, interactivos e infográficos. 

Y en las redes sociales, el consumo tiende a favorecer las historias humanas, el contenido emotivo y, por supuesto, noticias que nos enseñen cómo usar todas las funcionalidades de aplicaciones sociales o de mensajería, como Instagram y Whatsapp. 

Antes de que se nos viniera encima la ola del nuevo coronavirus, en los medios analizados por Chartbeat los temas más populares no relacionados con el covid-19 eran: política electoral en Estados Unidos, decisiones polémicas de líderes mundiales como Donald Trump, Boris Johnson y Jair Bolsonaro. 

En deportes, el interés estaba centrado en los torneos de fútbol que mueven masas y mucho mucho rating a las televisoras y radios, como la Champion League. En baloncesto, la NBA. 

Y en entretenimiento, estábamos pendientes del Megxit (Harry y Meghan vs la Reina Isabel II), las películas de Hollywood o Netflix, así como lo que hacían los influencers en Instagram, o novedades en Whatsapp. 

Hoy estamos más cerca que antes de volver a cubrir esos temas, aunque todavía falta un trecho que estará influenciado por la capacidad de recuperación de los otros países y el despertar de las actividades del espectáculo musical, cultural o deportivo que, justamente, mueven masas incompatibles con el distanciamiento social requerido para evitar un rebrote del virus. 

El interés por el coronavirus pasó de explicar en qué consistía esa amenaza a su impacto sobre los sistemas de salud, la alta mortalidad y las medidas restrictivas. 

Casi en paralelo, la misma realidad impuso el interés hacia las consecuencias en los hogares, el desempleo, la falta de ingresos, la frustración de los emprendimientos o negocios quebrados, la caída en la producción nacional, la desesperanza por el futuro. 

Y ahora, la curva tiende hacia las medidas para levantar esas restricciones, el redespertar de las actividades más golpeadas como el turismo, el comercio, los espectáculos, las grandes deudas económicas y las nuevas formas de generar riqueza, si es que se asoma algo de eso en este 2020. 

¿Cuándo tomaremos distancia del coronavirus? 

Quiere decir entonces que poco a poco sí sentiremos como lectores una diversificación en el contenido, ya no con el coronavirus como eje central, sino ahora como punto de partida para esa nueva realidad, o como le han apellidado… la nueva normalidad pos peste. 

Volverá el fútbol, el nacional, el internacional, a puerta cerrada pero con muchos ojos de aficionados sedientos de volver a ver a sus jugadores en acción. Volverán ciertos eventos que provocarán otras noticias. Volverán las discusiones políticas acaloradas y las ofertas de turismo y comercio para convencer a sus clientes a volver. 

Chartbeat concluye que la cobertura y el tráfico han empezado a disminuir, principalmente en los países muy impactados por el virus. 

Para la mayoría de los países, el tráfico comenzó a aumentar cuando se produjeron cinco casos de covid-19, y llegó al pico de audiencia alrededor de 500 casos de enfermos confirmados. 

Pasado ese umbral, los analistas de Chartbeat recomiendan que es hora de evaluar los patrones, colaborar y cambiar las estrategias de contenido. Es decir, prepararnos para cuando la fatiga del lector por coronavirus sea más que evidente. 

¿Estamos trabajando en eso? “Los equipos de contenido deben comenzar a monitorear de cerca sus propias métricas para considerar la asignación de recursos a otros tipos de cobertura y evitar la saturación”. 

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