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José Luis Sanz teme que actual crisis por pandemia traiga un empobrecimiento de la labor periodística.
Silvia Castillo Nieto, periodista, Punto y Aparte, silviacastillo@puntoyaparte-ca.com
En una sociedad físicamente desconectada, como ocurre actualmente por la reclusión forzosa de los habitantes en sus casas debido a la pandemia del COVID-19, el periodismo es más necesario que nunca, pero “como acción de conexión, de interpelación, de búsqueda de coherencia y de fiscalización”, afirmó a Punto y Aparte el director del periódico digital El Faro de El Salvador, José Luis Sanz.
Para José Luis es imposible ser positivo sobre lo que será el futuro de esta profesión ante las amenazas que, pese a que siempre estuvieron presentes, hoy, en un contexto donde los reporteros ven limitada su movilización, pueden terminar por asentarse.
“La amenaza del verticalismo, del autoritarismo, de la doctrina del miedo… Yo decía en un artículo en estos días que esta crisis nos pilla bajos de multilateralismo, y muy altos de autoritarismo en general en el mundo y concreto en Centroamérica”, manifestó este periodista español de nacimiento, pero quien tiene más de 20 años de vivir en El Salvador.
Para José Luis, todo esto está íntimamente relacionado con el periodismo ya que las medidas sanitarias que llevan al confinamiento de la población y que impiden a los reporteros poder realizar su trabajo usual, podrían jugar una mala pasada y llevar al empobrecimiento de la labor periodística. “Creo que el periodismo que salga de acá, si se deja llevar por estas dinámicas, no va a ser periodismo. Va a ser una deformación…una función de comunicación desde una absurda acepción”, sentenció.
Según Sanz, en democracias tan jóvenes como las centroamericanas, la acción de control del Estado es preocupante. Narró, por ejemplo, lo que ha ocurrido en El Salvador durante las últimas semanas donde se cometen abusos, violación de derechos humanos, y se han acumulado actos de desacato por parte del Ejecutivo ante resoluciones de la Corte Suprema.
Por esa razón, la labor de los periodistas es vital. “La fiscalización, el control, la denuncia pública, la denuncia desde el terreno, y poder constatar lo que está sucediendo se vuelve más importante que nunca. El periodismo tiene que poder estar en los lugares”.
Lo prioritario, para el director de El Faro, es el acceso a los espacios y a las personas, y si en este contexto de excepción se admite que la población pueda salir a comprar alimentos o a los servicios de salud, y entonces debería estar permitido, cumpliendo con las regulaciones sanitarias, que los reporteros salgan a realizar su trabajo.
Para José Luis es importante tener claro que las autoridades nunca, por definición, incluso en las democracias más evolucionadas, van a desear que la información sea libre. “En ese contexto lo primero es que tengamos acceso. Si no podemos entrar en los hospitales, y no podemos caminar por las calles, si no podemos buscar a la gente ahí donde está o en sus casas, no podemos hacer nuestro trabajo y estaríamos en un contexto que cuando sucede por razones políticas lo llamamos atentado a la libertad de expresión y atentado a la prensa”, destacó.
Obviamente, Sanz considera que la prensa debe contar con medidas de seguridad para poder realizar su trabajo, algo que dijo, no es negociable. Los medios de comunicación, expresó, son responsables de la seguridad de sus trabajadores y deben ofrecer seguros médicos, guantes, mascarillas y desinfectantes, así como las herramientas requeridas para poder cumplir con el distanciamiento social y para poder descansar cuando lo necesite. Además, los reporteros deben conocer los riesgos y decidir si desean asumirlos.
“El desafío que plantea hacer cobertura, hacer periodismo en cuarentena domiciliar para buena parte de la sociedad, de medidas restrictivas aún si son por un principio de salud, es ir más lejos de lo que se te permita… Porque al fin y al cabo esa es la labor del periodismo incluso en los mejores contextos y en los momentos de paz, armonía y progreso”, resaltó Sanz.
El Faro es un proyecto periodístico que nació en mayo de 1998 en San Salvador, y fue el primer periódico nativo de internet en América Latina. Apuesta por el periodismo investigativo y de profundidad y actualmente es un referente regional de periodismo independiente, transparente y confiable
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