Fairness

Por Yanancy Noguera

En mis clases, cuando hablo de técnica en periodismo, siempre cito el código de ética de The New York Times. En Costa Rica no tenemos códigos de ética en los medios y uno que existe por ahí nunca se ha aplicado. Al igual que BBC, como cité en el anterior artículo, The Times tiene una definición muy precisa de imparcialidad y entre menos conozcan los lectores y fuentes sobre las preferencias e inclinaciones políticas de los periodistas, mejor será la forma en que defenderán la imparcialidad del medio.

El fairness está vinculado a estos conceptos de imparcialidad. En periodismo informativo nada, nada, nada, se debe publicar sin fairness. Esta palabra del inglés, que no tenemos comúnmente aplicada en español, habla de equilibrio y equidad. No se publica un hecho, en ningún género informativo, sin equilibrio. La precisión se logra cuando se busca la mayor cantidad de información y fuentes relacionadas con el hecho y se presenta en la pieza periodística cada lado del hecho para que la audiencia tenga el panorama completo y juzgue según considere.

En el corre corre de la noticia, y bajo el concepto de noticia de última hora y la competencia por los clics, puede ser válido, por muy poco tiempo, publicar la nota informativa informando del hecho pero dejando claro que la noticia está en construcción, y que en el menor tiempo posible se incluirá el fairness del tema. Esta, sin embargo, debe ser la excepción.

Estamos perdiendo el fairness en Costa Rica, cada vez más. Los responsables de esto somos los y las periodistas. Cualquier periodista bien formado sabe que no se puede publicar sin fairness. El periodista debe recordarle a su jefe, otro periodista quien también lo sabe, y actuar según lo manda la técnica y la ética.

En mis clases de taller de periodismo informativo, cuando comienzo a hablar del fairness dando por un hecho que mis estudiantes ya saben de eso producto de todos sus anteriores cursos en la carrera, me encuentro que muchos no entienden el término. Por ahí, sin duda, hay un origen del problema.

¿Queremos que nuestras audiencias nos sigan y confíen en nosotros? ¿Queremos hacerle frente al fenómeno de las fake news? ¿Queremos hacer buen periodismo? Pues, como regla inicial, no podemos seguir relegando al fairness. Cuando lo hacemos, dejamos de ser los periodistas que nuestras audiencias y el país merecen. El buen periodismo lo vale.

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