Periódico digital El Observador nació con el capital semilla de un grupo de empresarios

  • Arrancó el pasado 1 de mayo con una redacción conformada por cinco periodistas experimentados y otros más jóvenes.

Silvia Castillo Nieto, periodista, Punto y Aparte

El periódico digital El Observador salió a la luz pública el pasado 1 de mayo, después de casi un año en que un grupo de empresarios nacionales comenzó a discutir sobre la posibilidad de invertir en una nuevo medio de comunicación.

Se trata de entre ocho y diez empresarios de diversos sectores como industria, comercio y servicios, quienes integran la junta directiva. Ninguno de ellos, se indicó, está involucrado en política.

Así lo afirmó la directora de El Observador, la periodista Berlioth Herrera, quien explicó que ese grupo conformó el capital semilla con el cual el proyecto inició hace mes y medio.

La cercanía de Herrera con estos empresarios inició en octubre del año pasado cuando decidieron hacer una edición cero del periódico “para ver cómo se vería el producto, cuáles serían los temas que cubriríamos y los enfoques de las noticias”. Con esta edición también se logró convencer a más personas para que se integraran como socios.

La directora reconoció que en el medio periodístico costarricense hay muchos rumores sobre quién o quiénes son los propietarios del periódico.

Semanas antes de publicar su primera noticia, ya abundaban las especulaciones sobre quién o quiénes eran los propietarios.

Se mencionó que uno de ellos era el excandidato presidencial del partido Liberación Nacional (PLN), Antonio Álvarez Desanti. Sin embargo, el pasado 15 de mayo, ante una pregunta del director del programa radial Matices, Randall Rivera, el político lo negó enfáticamente.

También entre corrillos se comentó que estarían participando como accionistas la familia Quirós, propietaria de Purdy Motor, los dueños del Grupo Monge y Gerardo Corrales, exgerente general del BAC San José.

Punto y Aparte envió una consulta, el 24 de junio pasado, a Carlos Federico y Gastón Monge, así como a Corrales y en el caso de los Quirós se remitió a la agencia de comunicación CCK. Los tres primeros no respondieron.

La respuesta escrita de Purdy Motor fue enviada el pasado 27 de junio y únicamente indicaba que se reservaban el derecho de no referirse a temas relacionados con la vida personal de sus directivos, por ser totalmente ajenos al desarrollo de la empresa.

Un periódico profesional

El proyecto para crear El Observador comenzó a madurar desde finales del 2018 y en febrero de este año Herrera se incorporó para iniciar con todos los trámites que se requerían para establecerse como un medio de comunicación, así como con la contratación del personal.

El Observador trata de diferenciarse de los demás diarios digitales y consolidarse, según su directora, como “un periódico profesional y balanceado”, con una agenda propia de temas.

Ya lograron llamar la atención con un tema propio que se colocó en la agenda nacional. Entrevistaron al presidente del Consejo Nacional de Producción (CNP), Rogis Bermúdez, y publicaron una noticia sobre cómo esta entidad planea construir edificio de ¢3.200 millones mientras debe ¢9.000 millones a sus proveedores. Otros medios de comunicación le dieron seguimiento a esta noticia.

Por ahora, su personal trabaja un poco apretujado en una pequeña oficina ubicada en el edificio Latitud Dent, mientras esperan que esté lista la remodelación de lo que será la sede del periódico en el Oficentro del Este en barrio Dent, San José. El plan es trasladarse la primera semana de julio a las nuevas instalaciones.

Además de Herrera, el equipo de la redacción está conformado por cuatro periodistas experimentados: Juan Pablo Arias y Esteban Mata como jefes de redacción, Ana María Parra y Harold Leandro como editores de Avenida O (farándula) y Deportes, respectivamente. También hay seis reporteros jóvenes: Marco Marín, Tomás Gómez, Katherine Ulate, Paula Umaña, Paulo Villalobos, y Paula Ruíz; un productor audiovisual: Alonso Solano y un administrador de redes sociales: David Víquez. Hay dos personas que brindan apoyo administrativo.

El Observador cuenta con un consejo editorial cuyos nombres tampoco fueron revelados.

El periódico apuesta por informar sobre diversos temas: economía, política, educación, tecnología, entre otros pero también cubren farándula, gastronomía, turismo, sexología, deportes y opinión. No cubrirán sucesos porque, según aseguró su directora, hay muchos medios que cubren ese tema, lo hacen muy bien, y competir demandaría muchos recursos. Además, dijo, no se encuentra de la línea editorial que desean seguir.

En Costa Rica existen varios periódicos nativos digitales. Algunos de estos son: Informa-Tico, fundado el 27 de mayo del 2004, elperiodico.cr  fundado en octubre del 2010, CRHoy.com, el cual inició en enero del 2012, AMPrensa.com, fundado en agosto del 2014, elpais.cr creado en marzo del 2014, elmundo.cr, creado en el 2015 y Elguardian.cr, cuya fecha de fundación no aparece en la página web.

¿Cómo se financiará El Observador?

“Es un grupo empresarial como el de cualquier otro medio de comunicación. No hay un solo dueño. Tampoco arrancamos con todos los recursos del mundo, ellos pusieron un capital semilla para ver si la cosa funciona. No es un medio que lo tiene todo. Lo que buscamos es crecer”, afirmó la directora.

Justamente el modelo de negocio es el de cualquier empresa: vender para sostenerse financieramente. En este caso lo que venderán es publicidad pues el periódico es de acceso libre. Para eso cuentan con dos vendedoras de publicidad. En el sitio web hay anuncios del Grupo Monge, BAC Credomatic, Grupo Monge y Codisa, Coopealianza, Chuck E. Cheese´s, y Mundo Vegano.

Otras formas de financiar el periódico, como las que ya han experimentado otros diarios digitales en el mundo, están contempladas: realizar eventos cobrados, conseguir financiamiento específico para alguna investigación periodística, o contar con lectores que donan mensualmente alguna cantidad de dinero para mantener el periódico. Pero, según aseguró Herrera, por ahora están centrados en darse a conocer entre los lectores.

Volver a los principios del periodismo

Berlioth Herrera tenía una década de estar fuera de las salas de redacción. Luego de trabajar durante diez años como reportera en La Nación cubriendo temas de política, Herrera fue directora de asuntos corporativos de Riteve durante seis años y después se dedicó a ser consultora en comunicación, manejo de crisis y Responsabilidad Social, materia en la cual tiene una maestría.

Cuando aceptó la dirección de El Observador volvió al redil.  “Yo creo que nunca dejé de ser periodista, las circunstancias hicieron que en algún momento dejara de ser reportera y me dedicara a otras actividades…Todo eso al final lo que genera es un enorme aprendizaje”, expresó.

“En esencia los valores periodísticos siguen siendo los mismos. Hay cosas que defiendo y que creo que siguen más vivas que nunca. Por ejemplo la necesidad de no quedarse únicamente con las versiones oficiales… Esa es la forma en que yo aprendí periodismo y sigo pensando que está viva”, reflexiona Herrera.

Para Herrera no hay nada que muestre más los valores de un medio de comunicación que el trabajo que se publica. “Cuando ya tengamos un tiempo la gente va a poder saber si somos de una línea o si somos de otra, si somos tendenciosos o si no lo somos, si somos amarillistas o no”.

En su mensaje inicial del 1 de mayo, la directora informó a los lectores que realizarían un periodismo de análisis, de investigación. ¿Cómo puede un medio pequeño como este cumplir con esa promesa?

“Con el seguimiento a las noticias. Es volver al periodismo de siempre, que es el de buscar información, atar cabos, entrevistar, remozar la información con las herramientas que te ofrece la tecnología, entendiendo que no todo se resuelve desde el escritorio ni a través de Internet.  Yo quiero a los periodistas en la calle hablando con las fuentes”, manifestó.

Contar con periodistas veteranos y periodistas jóvenes le ha permitido hacer una combinación muy buena entre la experiencia acumulada a través de los años y el conocimiento de las nuevas tecnologías. “Todas las herramientas que la generación más joven conoce al dedillo”.

Como medio de comunicación nativo digital, las redes sociales son básicas. Están en Facebook, Twitter e Instagram. La mayor parte de los lectores llegan a la página web por estos medios.

Lo más importante ahora, insiste, es mostrar a los lectores lo que están haciendo porque en la medida en que las personas los conozcan y confíen en El Observador, así será su crecimiento.

La periodista es consciente de que habrá noticias que no podrán cubrir porque son un equipo pequeño y la inmediatez podrá ganarles en algunas ocasiones.

Otros medios digitales son criticados por usar títulos engañosos o amarillistas. ¿Cuál es la política de El Observador sobre los títulos?, le consultamos a la directora.

“Lo primero que tuvimos en El Observador fue un código de ética con las grandes pinceladas de qué es lo que nosotros nos planteamos en términos del ejercicio del periodismo… Si cometemos un error, lo primero que haremos será reconocerlo porque nadie está exento de eso”.

Aún faltan asuntos por resolver. El equipo periodístico podría ampliarse, esperan contar próximamente con un boletín de noticias que se envíe al correo electrónico de quienes así lo soliciten, habrá más blogs y pronto tendrán mejoras en la página web. “Esto es un proceso. La gente primero tiene que conocerte para que después te busque. Estamos en esa etapa”.

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