El 28 de noviembre pasado tuvimos la primer Asamblea de asociados de Punto y Aparte en la cual contamos con la presencia de Eduardo Enríquez, subdirector de La Prensa de Nicaragua, quien nos compartió un poco acerca de cómo es hacer periodismo en medio de la crisis política, económica y social que atraviesa actualmente Nicaragua.
Como sabemos, este país lleva varios meses de crisis que se ha desarrollado en cuatro etapas principales: la rebelión del pueblo ante los abusos de poder del Gobierno, la llamada “Operación limpieza” en contra de los rebeldes, la judicialización (de todo tipo de expresión de protesta) y por último, la intención de imponer el silencio.
¿Cómo darle cobertura a la rebelión?
Según Enríquez, el reportero de la calle fue el primero en sufrir la represión de los policías, ya que estos no hacían diferencia entre quien reporta la situación y quienes son parte de la barricada. El ejemplo más claro de esto fue la muerte del reportero Ángel Gahona en plena cobertura.
Los periodistas están en la mira de los militares quienes los castigan por ser los difusores de las protestas. Además, los medios nicaragüenses independientes han experimentado obstrucción de la noticia desde los entes gubernamentales. Tal es el caso de 100% Noticias, canal que estuvo fuera de transmisión por más de una semana.
El periodismo en Nicaragua ha sufrido mucho con esta crisis. Absolutamente todos los medios han sido golpeados y se han visto obligados a recortar significativamente su personal debido a la gran caída de publicidad. En muchos casos, los anunciantes han preferido dejar de publicitar en los medios independientes por temor a represalias del gobierno.
«Los anunciantes comienzan a vernos con recelo, piensan que si somos una empresa que tiene problemas con el gobierno mejor no tener relación con nosotros», comentó Jaime Suárez, gerente de Canal 23, a AFP para El nuevo diario.
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