Un aire cálido, el sol choca con el asfalto y se refleja sobre la iglesia, escondida en medio de dos grandes montañas, frente a ella un parque que parece abandonado desde hace tiempo, rodeado por metros de cintas amarillas con la leyenda “precaución”. A las ocho de la mañana, Santa María de Dota es casi una ciudad fantasma.

Puede parecer extraño, pero es un panorama normal para la población del cantón. Parecemos ser las únicas caminando con tanta normalidad y despreocupación dentro de un lugar que sólo escuchaba del Covid-19 en las noticias, sin tener que vivirlo en carne propia.

Los doteños temían su llegada, y más que eso, temían ser los primeros del cantón en infectarse. Después de cinco meses el momento llegó, la burbuja que protegía Dota finalmente se rompió, pero no como en el resto del país.

Al 23 de octubre Dota reportó un total de 17 casos acumulados, 14 recuperados y ningún fallecido, lo que se considera impactante tomando en cuenta la rápida propagación de la enfermedad.

Podríamos pensar que todo es cuestión de suerte, pero lo cierto es que en los últimos años también han vivido con un mínimo de casos de otras enfermedades que afectan a todo el país como el dengue, zika y chikungunya. Algunos lo consideran normal por el lugar del que hablamos, pero, aunque estos mosquitos predominan en zonas costeras, hasta en la capital se registran bastantes casos al año.

De acuerdo con investigaciones de la Universidad de Costa Rica (UCR), el mosquito transmisor de estas enfermedades ha llegado a zonas subtropicales del país (por el orden de los 1.500 metros sobre el nivel del mar), justo la altitud promedio que existe en Dota.

Catalina Ramírez, epidemióloga de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), afirmó que a pesar de que estas enfermedades son más comunes en zonas bajas, los transmisores se pueden encontrar en todo el país.

Cinco casos de dengue desde el 2013, ninguno de zika y ninguno de chikungunya desde que estas enfermedades ingresaron al país, a pesar de que Dota se encuentra dentro del rango de habitación del Aedes aegypti, son un reflejo de lo peculiar de este cantón.

Otros cantones de la Zona de Los Santos no se quedan muy atrás, específicamente Tarrazú con 14 casos de dengue y 2 de zika y León Cortés solamente con 3 de dengue desde 2013 y hasta 2019. Aun así, Dota es el que tiene menos prevalencia de estas enfermedades en el país.

La diferencia con la cantidad de infectados en Dota es notoria y la prevalencia está todavía aún más alejada de la realidad mundial. Se reportan más de 42.307.731 casos y 1.145.847 muertes en el mundo relacionadas al virus.

En Costa Rica se reportó el primer caso en marzo y desde ese momento hasta el 23 de octubre se contabilizan 101.826 casos y 1265 muertes. De estos son mujeres 49019 y 52807 hombres, 85311 son costarricenses y 16515 extranjeros.

Parque Central de DotaSegún la Organización Mundial de la Salud COVID‑19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus descubierto más recientemente. Tanto este nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el primer brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

Los síntomas más habituales son fiebre, tos seca y cansancio. Aproximadamente un 80% de las personas no necesita hospitalización y 1 de cada 5 personas acaba con un cuadro grave de la enfermedad.

El cantón

Jose Granados, trabajador de la cafetería Fruto Santo, actualmente vive en Dota pero no desde hace mucho.

Al iniciar la pandemia él y su novia vivían en Heredia, pues estaban estudiando y recuerda muy bien el caos que se vio ahí con los protocolos y medidas. El mal uso de mascarillas y el incumplimiento de las recomendaciones es algo que no se topó al regresar a su hogar.

«Eso habla muy bien de la comunidad y creo que es un factor importante, no el único, pero sí muy importante en el porqué tardamos tanto tiempo en tener casos positivos», dijo Jose Granados

Jose y su novia trabajan en Fruto Santo gracias a una alianza comercial con los dueños, entre ellos se conocen desde hace tiempo y debido a la modalidad de clases virtuales se permitieron aportar su conocimiento y experiencia a la cafetería, para beneficio de ambas partes.

Cafetal en el patio de Fruto SantoDesde que se confirmó el primer caso positivo de Covid-19 en el país, Dota no tardó en organizarse para manejar la situación. La iglesia, los médicos, las autoridades policiales y la municipalidad se esforzaron por priorizar y asegurarse de la práctica efectiva de las recomendaciones del Ministerio de Salud, lo mismo que hacen con cualquier otra enfermedad.

Laura Ureña Miranda dueña del Hotel Clusia Lodge, un negocio familiar en Copey de Dota, comenta cómo a partir del 12 de agosto cuando se anunció el primer caso en el cantón, no tardaron ni un segundo para acomodarse y proteger a sus vecinos. Algunos tenían miedo, pero eso no superó la responsabilidad que tienen con su comunidad.

“Todos acá nos conocemos y sabemos específicamente que fue lo que sucedió, tal vez en una burbuja y lo que hemos hecho es, más bien apoyar a esa burbuja que se vio contaminada”, afirma

Cabañas Hotel Clusia Lodge

Conocerse entre todos y saber dónde se generó el contagio definitivamente les dio más tranquilidad y permitió un mejor manejo interno de la situación.

Precisamente una de las iniciativas de la Municipalidad ha sido recolectar mascarillas para aquellos que no puedan adquirirlas, estos se colocan en una lista para renovarlas cada cierto tiempo. De esta manera se espera que todos puedan tenerla y utilizarla de la manera correcta.

Todos los procedimientos y protocolos se pueden encontrar en sus redes sociales que ha sido el principal aliado de la municipalidad para transmitir información. Aunque muchos pensarían que la conectividad no es el fuerte del lugar, Dota forma parte de las tres zonas privilegiadas con el servicio de Coopesantos, una empresa de comunicación especial para la Zona de los Santos.

Dota es el cantón #17 de la provincia de San José y es el cuarto cantón más grande del país. Sus actividades e ingresos se generan en un 45,4% del sector primario (agricultura y ganadería) y 44,2% del sector terciario (servicios).

Con un área de 400,22km² y un total de 6948 habitantes ofrece una amplia variedad de atractivos, desde aviturismo en áreas protegidas hasta tours de café.

Pero su principal secreto parece estar frente a nuestros ojos: Dota es una burbuja en medio de montañas y una que no deja por fuera a ninguno de sus habitantes.

Para Leonardo Chacón, alcalde de Dota desde 2013, la buena salud del cantón nace con la llegada de los primeros pobladores, pues la solidaridad y la unión han sido pilar fundamental para subsistir y progresar.

Chacón afirma que el desarrollo de Dota en todos sus ámbitos se debe a la unión y el buen funcionamiento de funcionarios del gobierno local y la comunidad.

Así como su manejo durante la pandemia ha sido motivo de reconocimiento nacional, su historial de dengue, zika y chikungunya genera curiosidad.

Algunas campañas que se han realizado se enfocan en la recolección de residuos para evitar criaderos de mosquitos y así evitar brotes de las principales enfermedades transmitidas por vectores.

Si bien se trata de formas de contagio distintas al final tanto el Covid-19 como dengue, zika y chikungunya tienen algo en común: su proliferación depende en gran medida de los hábitos de higiene y limpieza de las personas.

Protocolos sanitarios en Fruto Santo

En el caso del Covid 19 se recomienda el constante lavado de manos y adecuados protocolos para toser y estornudar. Para evitar la propagación del Aedes aegypti las medidas de higiene tienen que ver con el entorno de la persona: principalmente mantener los patios limpios y evitar los criaderos.

La cultura ya está tan arraigada en Dota que, según el Alcalde, cuando ellos no actúan con rapidez las personas son las que no tardan en pedir ayuda para eliminar posibles espacios donde se puedan formar los criaderos.

Su compromiso con el ambiente es una de sus fortalezas que se ha consolidado a lo largo del tiempo. Desde 2019 los estudiantes de la Escuela La Lidia tomaron la decisión de dejar de utilizar plásticos de un solo uso. Esto les valió herramientas para empezar a gestar cambios desde sus hogares y comunidades.

Para Jose, su éxito se debe mayoritariamente a la población, el gran ambiente familiar y las ganas de cooperar generan alianzas que terminan de forjar esta comunidad.

Un reflejo de esto son las conexiones que han nacido a partir de la situación actual de donde se ideó una alianza entre esta cafetería y el Hotel Clusia Lodge.

Mientras hablamos con Laura ella insiste en que conversemos también con Oscar Flores, quién come con su hijo y su pareja en el restaurante del lugar.

Oscar es guía turístico especializado en aviturismo, pero desde que todo comenzó su trabajo se vio muy afectado, a pesar de eso encontró refugio en su lugar natal, la Zona de los Santos, donde actualmente tiene un proyecto llamado Los Santos Wildlife que ofrece experiencias de vida silvestre como actividad turística.

“Estoy muy motivado con el tema del proyecto y vamos para adelante, como todos”, afirma

Su impulso constante es su hijo Mateo de año y medio, quien a su corta edad no falla en distinguir el sonido de un quetzal. Oscar espera inculcarle a su hijo educación ambiental, enseñarle todas las posibilidades que existen de producir sin necesidad de dañar el medio ambiente. Esto le ha generado ideas para reconstruir su negocio y darle nuevos enfoques.

Oscar Flores y su hijo Mateo

En este momento los clientes que estos negocios reciben son mayoritariamente vecinos del lugar. A pesar de la apertura a los extranjeros, todavía llegan pocos.

Conocer el cantón nos permitió enumerar algunas explicaciones para los resultados que registra Dota, pero lo cierto es que la admiración de Leonardo Chacón a Don Quijote, el café que sirve Jose, la hospitalidad de Laura y la calidez de Oscar, representan mejor que nada el secreto de Dota.